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jueves, 15 de junio de 2006

Las ushutas de Illapa (cuento)

Por: Cusi Ckóllur*
Enero de 1.550. El valle silencioso, mudo testigo de extraños visitantes. Por el lado este de la montaña, cruzando los valles Calchaquíes, el conquistador Juan Núñez de Prado avanza. Viene del Cuzco y se dirige hacia el reyno del Tucma, región que el Inca Guaynacava, señor natural de los reynos del Perú, no pudo jamás sojuzgar, por ser muy bravos los naturales del lugar. **

Indios escondidos entre el follaje de los árboles espiando. En silencio, miran pasar esta cadena de legendarios gigantes que bajan desde las altas cumbres y ahora recorren el llano.

Sinchy Huayra (viento fuerte) pega un salto y ya está en el suelo. Pone la oreja en la tierra, asustado por lo que escucha, sale corriendo y exhala un grito que se propaga por toda la comarca. ¡Amuncu! ¡Amuncu! (¡vienen! ¡vienen!)

Kuntur Ñahui (ojo de cóndor) reflexiona: ¿Serán los mismos que pasaron por aquí hace varios años, esos hombres con tubos que truenan? Por aquí han pasado montados en unas bestias y vestidos con trajes relucientes como la luna. Tenemos noticias de que vencieron al Inca. Si, mataron a Atahualpa, nada menos que al hijo del sol y ahora llegan a estos lugares. ¿Nos matarán como al Inca? Sabemos que él les dio todo el oro que pedían. Igual lo mataron. Y nosotros que no tenemos las riquezas que ellos tienen. ¿A qué vendrán?

El más anciano de todos, Piña Uturuncu (tigre bravo) recuerda como los enfrentaron, con flechas envenenadas, las prepararon tal como les enseñaron sus amigos del Mishqui Mayu, los tonocotés. Aquí han quedado, en tierra norteña, los huesos de muchos de esos hombres blancos, les comenta.

En ese momento el chasqui Illapa (rayo), poncho al viento y ushutas gastadas, llega corriendo y anuncia:
Preguntan por la ciudad de los Césares, Trapalanda, Elelín, Yungulo, Paitítí, el país de la sal. Tienen la cara pálida y los cabellos amarillos, algunos llevan barba. Sus cuerpos relucen al sol. Parecen estar enfermos porque claman ¿Dónde está el oro? ¡ORO! Gritan. Sus ojos chispean amenazantes y enloquecidos desvainan sus espadas. Esto me lo dijeron en quichua por medio del lenguaraz que los acompaña.

Ante esta situación deciden reunir al consejo de guerreros. Mensajeros con la noticia van por toda la región. Un grupo de chasquis, encabezado por Illapa, gritando a viva voz recorre las distintas tribus. Hay un revuelo de plumas y boleadoras acompañando los gritos de guerra que como un eco atraviesan la montaña. En el valle, empiezan a movilizarse las naciones indias. Retumban tambores de lucha. Caciques de distintas tribus vestidos con ponchos, túnicas, taparrabos, vinchas, plumas irizadas, penachos multicolores, llegan portando cetros, hachas de piedra pulida, arco y flechas a la espalda, boleadoras y hondas en la cintura. Un hechicero vestido con cueros de tigre con cabeza embalsamada, pulseras con sonajeros diversos, bailando danzas rituales, avanza. Es el Cacanchic. Viene masticando sus conjuros.

El valle de Gualán comienza a poblarse.

El Chasqui Illapa, se emociona al ver que el esfuerzo que hizo no fue en vano. Descansando junto al tronco de un árbol, reflexiona: Tengo el presentimiento que esta vez va a ser distinto. Parece que vienen a quedarse, porque traen esclavos negros, muchas gallinas, perros, bolsas con semillas, y armas con vómitos de serpientes de fuego. Eso he podido ver. Hablaré con Mayu Rumi, (piedra del río) aquel anciano diaguita, que de joven, siempre me aconsejó. Le comentaré mis temores. El, por viejo, sabe mucho.

Mayu Rumi, al escucharlo, le contesta preocupado. No ha de ser para nuestro bien que vienen. Nosotros vivimos sin que nada nos falte. Recuerdas lo que le hicieron a Camanico?** Le han dicho que vienen en son de paz. Yo no les creo. Siempre hay codicia en el hombre blanco, lo sé. Hombre blanco, anchallulla (muy metiroso)

Mayu Rumi, prosigue sus reflexiones. Aquí vivimos tranquilos. El guanaco y la llama son nuestros ganados, en las chacras el maíz que cosechamos nos repartimos entre todos, tenemos nuestros llamcas y mampas, como en los tiempos del “inga”, ellos nos enseñaron a sembrar, a tener nuestros regadíos, también a dividir el trabajo y repartimos lo que producimos. En nuestras tinajas y pucus almacenamos semillas para cuando venga el frío, en ciertas ocasiones estos nos sirven para guardar los huesos de nuestros seres queridos. Preguntamos a la luna cuando vamos a sembrar y a cosechar, sabemos que no es lo mismo luna nueva que luna llena, cada uno de nosotros es la mitad del otro, eso nos enseñaron los ingas ... Si es cierto que peleamos pero sólo cuando nos sentimos invadidos. Y esta vez es así. Por eso me parece bien que luchemos. Por lo menos que nos tengan miedo.

Mientras esto iba diciendo Mayu Rumi, Illapa, cansado por el trajín, se queda dormido.
A Mayu Rumi no le importa. Es como si hablara consigo mismo. Cae la tarde. Ahora mirando el firmamento, admirado por su grandiosidad, afirma: los astros son nuestros dioses mayores. Nosotros con sólo observar el alto cielo tenemos todos los conocimientos necesarios para vivir. ¿Para que más? En el horizonte se unen el cielo y la tierra. Observando el planear de las aves y la quietud del viento, sabemos si habrá cambios de tiempo. Nuestra tierra es nuestro lecho, nuestra morada, nuestro sustento. El cielo es nuestro techo, las estrellas nuestra guía y orientación en la noche, nuestro sol es la vida, la fecundación, la fuerza. Conocemos todos los misterios del bosque y tememos a sus dioses tutelares. No es lo mismo ruido que silencio... ¿Cómo serán los dioses de ellos?

Illapa se despierta sobresaltado. El anciano indio todavía está sentado junto al tronco del tacko(algarrobo).

He soñado cosas terribles, le dice. Soñé que entraba en un gran remolino, donde había ríos de sangre y una gran oscuridad. El tata Inti nos había abandonado. Ya casi al final del túnel me encontré con un maravilloso vergel, de verdes campos por donde pasaba una bestia veloz echando humo y tronando, también había pájaros de metal que volaban bien alto llevando personas y lo más raro era que las voces de los runas salían de cualquier parte. Si hasta mis ushutas habían desaparecido. Un gran cuero me llegaba hasta las rodillas. Y no era de piel de guanaco.

Diciendo esto, Illapa, se sube a un árbol a otear en la lejanía.

El monte es un buen escondite mientras pasa el invasor. Durante la noche se acercará para observarlos de cerca.

Del otro lado del río, caciques, curacas, mandones, en silencio, alrededor del fuego, observan el crepitar de las llamas.

El primero en romper el silencio es el Indio Súmaj Anka (Gavilán Hermoso): Un mundo nuevo se viene. No podemos ir contra la leyenda. Ya lo anunciaron los maestros amautas del Tahuantinsuyu, hace muchos años. Ellos decían que hombres extraños arribarían por el mar, someterían a estos pueblos y azolarían el paisaje edénico del bosque. También decían que destruirían el altar del dios Viracocha en el Inti Huasi (casa del sol) y nos harían conocer otros dioses. ¿Cómo serán esos dioses? ¿Serán tan malos como el dios trueno? Cuando el se enoja tiemblan hasta las montañas. Pero él es nuestro guaca, el tiene el poder de hacer llover, granizar, tronar y todo lo que pertenece al reino del aire, allí donde se hacen los nublados.

Ckasi Yacu(agua Tranquila): estos seres tan extraños que parecen bajar del Hanaj Pacha, (alto cielo) seguro que no son dioses, comen, duermen y hasta se mueren como nosotros. Eso me contó el chasqui Illapa, cuando anduvo por el sur. Parece que también hasta allí llegaron, viniendo por el mar. Fundaron una ciudad que le llamaron del Buen Ayre o algo así.

Illapa que recién llega, asiente con la cabeza.

Al día siguiente, en la madrugada, retumban tambores de lucha. El cacique mayor Púrej Huayra (Viento caminante), en el medio de todos, vistiendo un plumaje esplendoroso, habla así a su pueblo:
Hermanos sinchihuaynas (valerosos): aymarás, calchaquíes, diaguitas, chiriguanos, juríes, lules, sanavirones, tonocotés, matacos, guaycurúes, avipones, , tobas, mocovíes. Los invasores avanzan. Debemos unir nuestras fuerzas para vencerlos. Luchemos. Resistamos. Venceremos. No olviden: Somos soberanos de este suelo! ¡Por el tata Inti, por la Pachamama!
(de fondo de escuchan gritos de guerra: ¡¡¡huija, huija, huija!!!, ¡¡¡huija, huija, huija!!!)

Los principales caciques se arrodillan frente a un montículo de piedras o apacheta e invocan a la diosa mayor:
- ¡Pachamama,ashpap maman, ama paquéjchu huasiycuta ckari yúraj .
(¡¡Madre tierra, madre de la tierra, no permitasque el hombre blanco destruya nuestra casa.)
- ¡Tata Inti, nockaycu huaasniyqui mañasuycu!
Padre Sol, nosotros tus hijos, te imploramos!!)
Con voz atronadora y blandiendo las duras lanzas imploran mirando al hanaj pacha (Alto cielo) invocan a los dioses tutelares de la naturaleza.
- ¡¡Oh, dioses protectores, no nos abandonen en manos de los invasores!!!
- ¡Que no desnuden nuestros bosques, que no devoren nuestros pueblos, con sus cantos de trueno, que no nos exterminen!!!
- ¡Amalaya, llajtaraycu cáusay, amalaya! (Ojalá nuestro pueblo viva, ojalá)

El brujo de la tribu, el Cacanchic se pone al frente de las naciones indias, de una gran tinaja bebe un poco de aloja, bebida con fermento dulzón hecha de algarrobas, y en danza ritual propiciatoria, enciende un cigarro en chala. Ahora aspira el humo hipnótico y en trance ya, trata de interpretar las figuras de que se expanden por el aire:
Veo un gran cambio en nuestro pueblo. Tiempo de borrasca y violencia despiadada. Nuestro caminar se vuelve incierto. Estemos atentos para escribir con sangre, aun en la derrota. Nuestra patria india nos llama. Debemos cumplir el mandato supremo de resistir. Tratemos que éste no sea el camino de la muerte...

Illapa, que ha presenciado impávido desde la copa de un quebracho, piensa que nada será obstáculo para sus andanzas. Nació y vivió libre. Ama su suelo natal. Cierto que muchas veces se fue bien lejos, pero también es cierto que volvió. Con sus manos sacude el polvo de sus ushutas y decide emprender nuevos rumbos. No estará aquí cuando llegue el invasor. No me someteré. Ya veo como están de sometidos mis hermanos, los yanacunas del Perú que acompañan la caravana que acaba de acampar. No, no quiero para mí, el mismo destino. Ya lo tengo decidido. Pero, ¿ a dónde iré que no estén ellos? Están por todos lados. Ya sé, me iré allá donde el sol se pierde en el horizonte. Pero volveré. ¡ Ay, si tan solo pudiera viajar en las alas del tiempo!. Con que gusto pediría a los dioses caminar en la sangre de los que vienen y así poder ser testigo de los cambios que se avecinan. ¿Qué será de mi tierra y de mi gente dentro de 450 años?
Vocabulario:
  • *Cusi Ckóllur - (Estrella Feliz) princesa incaica quien vive un apasionado pero trágico romance con el soldado Rumi Ñahui (Ojo de Piedra). El escritor santiagueño Ricardo Rojas los inmortaliza en una obra de teatro llamada Ollantay.
  • **Roberto Levelliers: Probanzas de Méritos y servicios de los conquistadores. T.I. Edit. Madrid – 1.919
  • ¡Amuncu, amuncu!: ¡vienen, vienen!
  • Reino del Tucma: lugar del legendario y poderoso cacique cacique Tucma, del pueblo de Tucmanahaho(nombre compuesto que deriva del nombre de dicho cacique y de aldaho, que en lengua kakana quiere decir pueblo), hoy es el pueblo de Piedra Pintada, a orillas del Río Calchaquí. Tucma, Tucuna, en lengua quichua significa algo que se ha de acabar y en lengua cuzqueña hacia dónde se acaba. Se llamaba así una vasta región hacia el sur del Perú y de la actual Bolivia, pasados los Andes, que los incas primero y los conquistadores después, denominaron Tucma, de lo que se deriva lo que hoy se llama Tucumán.
  • Lenguaraces: así le decían a los indios que oficiaban de traductores. En este caso, oficiaban de traductores los indios yanacunas, del Perú.
  • Mishqui mayu: Río Dulce
  • Anchallulla: muy mentiroso
  • Cuzco: significa ombligo, porque los incas pensaban que el Cuzco era el centro del mundo y por eso el Cuzco era la ciudad sagrada, la ciudad del sol.
  • Inca: era la máxima autoridad del imperio, descendiente del sol, dueño de la vida y de la muerte de sus súbditos. Usaba una majestad deslumbrante con vestidos finísimos de algodón y plumas de aves raras, vajillas riquísimas de oro, plata y piedras preciosas.
  • Amautas: eran los maestros y sabios en el imperio incaico. Estaban encargados de enseñar las tradiciones sobre todo a los nobles y a los hijos del sol.
  • Tahuantinsuyu: así se llamaba el imperio de los incas que significaba los cuatro estados unidos: al norte el chinchausuyu, al sur el collasuyu, al este el antisuyu, al oeste el Cuntisuyu.
  • Viracocha: divinidad superior o Dios supremo, señor universal y creador de todo: el sol, la tierra, los hombres. El inca Pachacútec difundió el culto a Viracocha porque había tenido una revelación donde le decía que los hombres le debían de obedecer por ser el señor universal que está por encima de todos los demás dioses, incluso el mismo inti o dios sol.
  • Inti huasi: casa del sol
  • Anaj Pacha: alto cielo.
  • Llamcas: trabajos – trabajando
  • Mampas: agua corriendo, regadío, por extensión.
  • Pucus: plato
  • Inga: inca
  • Runas: hombres
  • Hombre blanco: con la Entrada de Diego de Rojas en 1.543, llega el europeo a la región de lo que hoy es Santiago del Estero. Dado el color de su piel, el nativo le llamó hombre blanco.
  • Guaca o huaca: divinidad, templete.
  • Pachamama: madre de la tierra o más propiamente tierra madre. Deidad femenina de origen aymará que alcanzó gran difusión en el incario. Toda la naturaleza es su templo pero las apachetas configuran el centro de su culto. Son montones de piedras que construyen los viajeros y arrieros a orillas del camino. Allí se depositan las ofrendas que consisten en coca o llicta, el acuchico, chicha, aloja u otra bebida fermentada. Puede propiciársela dándole de beber, comer o fumar.
  • ¡I amalaya llajtaraucu, cáusay, amalaya!: ¡Ojalá nuestro pueblo viva, ojalá!


    Bibliografía:
  • Fray Eudoxio de Jesús Palacio (Mercedario): Cuarto Centenario de Santiago del Estero. Universidad Nacional de Tucumán. República Argentina.- 1.950
  • Fray Eudoxio de Jesús Palacio: (Mercedario): A las orillas del Río Dulce. Santiago del Estero, 1.953
  • Achával, José Néstor: Historia de Santiago del Estero. Siglos XVI – XIX – Ediciones Universidad Católica de Santiago del Estero. 1.988
  • Instituto Superior del Profesorado Provincial N°1: Primeras Jornadas de Historia de Santiago del Estero. Octubre de 1.980.- Imprenta y Boletín oficial de la provincia de Santiago del Estero. (R.A)
  • López Alzogaray, Eduardo: La muerte camina por los campos de Pampáyoj. 14 relatos míticos. Santiago del Estero, 1.988
  • Bernardo Canal Feijóo: Mitos perdidos - Compañía Impresora Argentina año 1.938
  • Bravo, Domingo: Episodios provincianos. Ediciones El Liberal. Santiago del Estero, 1.990 .-
    Colombres, Adolfo: Seres sobrenaturales de la cultura popular Argentina. Ediciones del Sol. 1.992.
  • Bazán, Armando Raúl: La cultura del Noroeste Argentino. Editorial Plus Ultra. Buenos Aires. 2.000
  • Pereyra, Oreste Edmundo: Al paso de los años.Centurias enla Madre de Ciudades Santiago del Estero, 2.001. Imprenta Quipu.
  • Ilda Juárez de Paz: Amuy quichuapi ‘rimasajcu (ven hablaremos quichua) – Santiago del Estero,1.995
  • Sayago de Biscione, Norma Esther: Un viaje al pasado prehispánico. Ediciones nuevos caminos. Diario El Liberal. Año1.998

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Los dibujos han sido extraídos del libro: La epopeya del Tucumán, de Héctor D. Argañaraz. Santiago del Estero, 1.943

La asamblea de los gatos endemoniados

La asamblea de los gatos endemoniados
(Versión española)

Dicen que a medianoche, a la hora del limbo, en ese momento que llaman "Fuera de la hora", los gatos endemoniados -con la cola erguida- concurren a una asamblea, a su gran reunión nocturna.
Allí, cuando todos han llegado, el gato más viejo inicia la reunión, preguntando a cada gato:

- A ver, tú, Bernaquito, ¿Qué maldades hiciste ayer, en todo el día?

-Yo, mi maestro, -contesta el gato- defequé en la olla donde mis amos preparaban su almuerzo.

-Muy bien hecho, hermanito, muy bien- le felicitan en coro y con aplausos los gatos reunidos.

Luego, el gato viejo le pregunta a otro:

-¿Y tú, Guitarra Negra?

-Yo, mi maestro, -cuenta éste- yo sorbí toda la aguadija de la fontanela de un recién nacido.

-¿Y tú, Niño Miguelito?- le pregunta a otro.

-Yo, mi maestro, ¡Escuchen todos!, con mi larga cola estrangulé a mi ama, una dama anciana - Contesta éste.

-¿Y tú, El Último de la Estirpe?

-Yo, mi maestro, -contesta el gato- empreñé a una oveja con la esperanza de que la cría nazca con dos cabezas.

Y así, cuando el gato más viejo ha terminado de preguntar a todos, la asamblea de los demonios concluye al amanecer, antes de que salga el sol. Entonces cada gato se retira despidiéndose: "Hasta mañana, hermanos, hasta mañana".

Traducción: Odi Gonzales
(Puedes clickear en el título para ver la versión original)

La asamblea de los gatos endemoniados

Saqra michikunaq asanblyamanta
(Versión quechua)

(Haz click en el segundo link para escuchar el texto)

Allin kuska tutatas, laqha tutatañas, chay fuira de la ura nisqankutas; saqra michikuna chupan sayarisqa willanakuq rinku lluy lawmanta, hatun asanbliyaman, huñunakuyman. Chaysi,
llapanku chayaqtinku, huk machu michi tapuyta qallarin sapanka michikunata:

- Awir yaw Bernakucha, imatan qan ruwamuranki ch'isiyaq?

-Ñoqaqa, marsuy, wayk'usqanku mankamanmi hisp'ayuni- nispas nin huk saqra michiqa.

- Allin, wayqey, kusa- nispas llapan michikunaqa kusisqa t'aqllaykunku.

-Qanri, yaw Yana guitarra? -nispas tapun hukta

-Ñoqaqa, marsuy, huk qholla wawachaq uma pukyuchantan soqsoyamuni llapanta! -nispas willakun huk saqraqa.

-Qanri, niñu Miguilitu? -nispas tapullantaq huktapas.

-Ñoqaqa, !uyariychis llapaykichis! Paya duyñuytan chupaywan seq'omuni- nispataqsi willakun kay saqraqa.

-Qanri, Ñuñu puchu?

-Ñoqaqa, marsuy, huk uwijatan chichuyachimuni, ichapas iskay umayoq uñan lloqsinanpaq- nispas nin kay michiqa.

Hinapis, saqra michikunaq asanbliyanqa tukupun pacha illariyta, manaraq inti lloqsimushaqtin. Chaysi, sapanqa michi kutipun "Minchha kama, minchha kama, wayqey" nispa.
Recopilación y narración: Odi Gonzales
(Puedes clickear en el título para ver la versión original)

El yawar mayu

Dicen que al morir, nuestra alma emprende un largo camino hacia el Más Allá. Cuando ha recorrido grandes distancias, y ya cerca al límite entre el cielo y el infierno, el alma llega penosamente al río de sangre o Yawar mayu que es custodiado por unos perros negros. Frente al río, nuestra alma llora desconsoladamente porque no puede atravesarlo de un lado al otro.

Entonces pide ayuda a los perros negros que recostados en la playa del río, conversan sobre los pecados y los excesos cometidos en vida por los hombres. "He caminado sin fin por senderos de lodo y estiércol. Por favor ayúdame a cruzar el río" le pide a uno de los perros y éste, con lástima, le conduce hasta la otra orilla cargándole en su lomo.

Esto ocurre cuando el hombre fue bueno en vida. Si ha sido malo, perverso; los perros -que saben todo- se niegan a prestarle ayuda, y entonces el alma se queda a deambular para siempre.
Recopilación y versión de Odi Gonzales
(Puedes clickear en el título para ver la versión original)

lunes, 12 de junio de 2006

HARAWIS ACTUALES

Kuyay wasillay, sumaq llaqtallay
Maypin kaspaypas kutimusaqmi
urqukunata maskayniyta yuyaymanastin.

Ichu chukllayman chayaykuspaycha
kuyay mamaywan tupaykuchkasaq,
llumpaq makinta muchaykuspay
ñanwillantapas qawaykuchkasaq.

Yuyay taytaywan, wawquiykunawan
chaky takllatach uqarichkasaq,
sullkaykunaman, wakchamasikiman
tachakusqaytach aypurichkasaq.
ABILIO SOTO YUPANQUI



Qumir rapi, puka sisa
suni tullu, sumaq Wayta,
wayrapa churin, urqupa wawan,
ñan puriqpa pallarinan
para puyupa sullarin.
Qam hinam sapay kani,
llantuy kiwan mayturiway
ancha stisqam purimuni;
mikuchiway ruruykita
kawsachiway wiqikiwan
icharaqpas hataryman
karum rinay, urqun, qasan
ucharaqpas chayarurman.
EDILBERTO LARA IRALA

Ripukusaqmi
markas pata ñanchallay
mutuypa kacharparisqan,
qunturpa waqasqan
suni, llañu pampa hawaykita.
ripukusaq, markaschallay
punchawkuna, watakuna hina
mana kutimuyniyuq.
PORFIRIO MENESES LAZÓN

viernes, 2 de junio de 2006

Leyendas sobre el origen del Imperio Inca: Leyenda de Manco Cápac y Mama Ocllo

Esta leyenda la dio a conocer el Inca Garcilaso de la Vega (15391616). Este cronista fue hijo de un capitán español Sebastián Garcilaso de la Vega y de la ñusta Isabel Chimpu Ocllo, nieta de Túpac Yupanqui. Su anciano tío Cusi Huallpa, fue el que más información le proporcionó. Poniendo el relato en boca de su tío, relata Garcilaso esta leyenda.
Nuestro padre el sol, viendo los hombres como te he dicho, se apiadó y tuvo lástima de ellos y envió del cielo a la tierra un hijo y una hija de los suyos para que los adoctrinasen en el conocimiento de nuestro padre el sol para que lo adorasen y tuviesen por su dios. Con esta orden y mandato puso nuestro padre el sol estos hijos suyos en la laguna Titicaca, que está a 80 leguas de aquí. Y les dijo que fuesen por donde quisiesen y, doquiera que parasen a comer o a dormir, procurasen hincar en el suelo una varilla de oro de media vara de largo y dos dedos de grueso que les dio para señal y muestra: que donde aquella barra se les hundiese con sólo un golpe que con ella dieses en tierra, allí quería el sol nuestro padre que parasen e hiciesen su asiento y corte…

Ellos salieron del Titicaca y caminaron al septentrión. Y por todo el camino, doquiera que paraban, tentaban hincar la barra de oro y nunca se les hundió. Así, entraron en una venta o dormitorio pequeño, que está siete u ocho leguas al mediodía de esta ciudad, que hoy llaman Pacárec Tampu… Es uno de los pueblos que este príncipe mandó poblar después y sus moradores se jactan hoy grandemente del nombre, porque lo impuso nuestro Inca.

De allí llegaron él y su mujer, nuestra reina, a este valle del Cozco, que entonces todo él estaba hecho montaña brava. La primera parada que en este valle hicieron fue en el cerro llamado Huanacauri, al mediodía de esta ciudad. Allí procuró hundir en tiera la barra de oro, la cual con mucha facilidad se les hundió al primer golpe que dieron en ella, que no la vieron más. Entonces dijo nuestro Inca a su hermana y mujer: En este valle manda nuestro padre el sol que paremos y hagamos nuestro asiento y morada para cumplir su voluntad…

Del cerro Huanacauri salieron nuestros primeros reyes, cada uno por su parte, a convocar las gentes… El príncipe fue al septentrión y la princesa al mediodía. A todos los hombres y mujeres que hallaban por aquellos breñales les hablaban y decían que su padre el sol los había enviado del cielo para que fuesen maestros y bienhechores de los moradores de toda aquella tierra sacándoles de la vida ferina que tenían y mostrándoles a vivir como hombres…

Los cuales, viendo aquellas dos personas vestidas y adornadas con los ornamentos que nuestro padre el sol les había dado y las orejas horadadas y tan abiertas como sus descendientes las traemos…, maravillados por una parte de lo que veían, y por otra aficionados de las promesas que les hacían, les dieron entero crédito a todo lo que dijeron. Y los adoraron y reverenciaron como a hijos del sol y obedecieron como a reyes.

Nuestros príncipes, viendo la mucha gente que se allegaba, dieron orden que unos se ocupasen de proveer de su comida campestre para todos, para que el hambre no los volviese a derramar por los montes.

Mandó que otros trabajasen en hacer chozas y casas, dando el Inca la traza como las habían de hacer. De esta manera se principió a poblar esta nuestra imperial ciudad, dividida en dos medios que llamaron Hanan Cozco (que, como sabes, quiere decir “Cosco el alto”) y Hurin Cosco (que es “Cozco el bajo”).

Los que trajo el rey quiso que poblasen a Hanan Cozco, y por eso le llamaron “el alto”. Y los que convocó la reina, que poblasen a Hurin Cozco, y por eso le llamaron “el bajo”. … y mandó que entre ellos hubiese una sola diferencia y reconocimiento de superioridad: que los del Cozco alto fueses respetados y tenidos como primogénitos hermanos mayores y los del bajo como hijos segundos, Y, en suma, fuesen como el brazo derecho y el izquierdo en cualquier preeminencia de lugar y oficio por haber sido los del alto atraídos por el varón y los del bajo por la mujer.

A semejanza de esto hubo después esta misma división en todos los pueblos grandes o chicos de nuestro imperio, que los dividieron por barrios o por linajes diciendo Hanan ayllu y Hurin ayllu, que es el linaje alto y el bajo, Hanan suyu y Hurin suyu, que es el distrito alto y el bajo…

…te digo que hacia el levante redujo hasta el río llamado Paucartampu y al poniente conquistó ocho leguas hasta el gran río llamado Apurímac y al mediodía atrajo nueve leguas hasta Quequesana. En este distrito mandó poblar nuestro Inca más de cien pueblos, los mayores de a cien casas y otros de a menos, según la capacidad de los sitios…

Cuantos años ha que el sol nuestro padre envió estos primeros hijos no te sabré decir precisamente, que son tantos que no los ha podido guardar la memoria: creemos que son más de 400.

Nuestro Inca se llamó Manco Cápac y nuestra Coya Mama Ocllo Huaco. Fueron, como te he dicho, hermanos, hijos del sol y de la luna, nuestros padres.

Las biografías de Betanzos y de Garcilaso, estaban ligados a las más importantes dinastías imperiales. Betanzos a la de Hatun ayllu, linaje de Pachacútec y Atahualpa; y, Garcilaso, a la dinastía de Cápac ayllu, de Túpac Yupanqui y de Huáscar Inca Yupanqui. Ello nos hace notar una visión muy particular de cada ayllu sobre el origen del imperio. Podría decirse que el "Mito de los hermanos Ayar", es la visión de la creación del Imperio de los Hatun ayllu; y, la "Leyenda de Manco Cápac y Mama Ocllo", la visión de la creación del Imperio de los Hurin ayllu.

Ver

Leyendas sobre el origen del Imperio Inca: Mito de los hermanos Ayar

Sobre los orígenes del Imperio Inca sólo ha llegado hasta nuestros días y por vía de tradición oral dos mitos o leyendas. Ellas son "El mito de los hermanos Ayar" y la "Leyenda de Manco Cápac y de Mamma Ocllo".
Mito de los hermanos Ayar

Antes de los incas, el Cusco era un pueblo con 30 casas habitadas por 30 indios, cuyo “señor y cacique de este pueblo se decía Alcaviza”. Lo demás era ciénaga. A 7 leguas de este pueblo había una cueva. De una de ellas, Pacaritambo (“casa de producimiento”), salieron cuatro parejas y sus tribus: Ayar Cachi y Mama Guaco, Ayar Uchu y Mama Cura, Ayar Auca y Ragua Ocllo y Ayar Manco y Mama Ocllo. A la espalda del cerro Guanacaure (a legua y media del Cusco), sembraron papa; desde la cumbre del Guanacaure, Ayar Cachi con su honda, disparó una piedra contra un cerro y lo convirtió en quebrada, después hizo lo mismo con tres cerros más.

Sus hermanos vieron su fuerza y desconfiando de él “lo enviaron a traer objetos de oro de Pacaritambo y lo encerraron”. Luego de deshacerse de Ayar Cachi, vivieron un año en Guanacaure. Mama Guaco, pasó a ser otra “esposa de Ayar Manco”. Luego del año, convinieron en que el sitio no les convenía y pasaron a media legua más hacia el Cusco, en otra quebrada en donde permanecieron otro año, desde el cerro denominado Matagua, miraban el valle del Cusco y a los pobladores y súbditos de Alcaviza. Como les parecía un buen sitio, acordaron conquistarlo y poblarlo. Acordaron además, que uno de ellos tenía que quedarse en Guanacaure, convertirse en ídolo, para interceder ante el “sol su padre para que los guardase y aumentase y diere hijos, y los enviase buenos temporales”. “Ayar Uchu mostró alas grandes” y se ofreció. Regresaron al cerro Guanacaure y Ayar Uchu voló. “Luego de estar en los cielos, regresó Ayar Uchu y le dijo a Ayar Manco, que se renombrase Manco Cápac, porque así lo mandaba el Sol y que fuera al lugar que habían visto que los pobladores los recibirían bien y que poblase allí; que le daba a su mujer Cura para que le sirviese y que llevase consigo a Ayar Auca”. Dicho esto, Ayar Ucho “tornóse en piedra con alas”.

Manco Cápac, Ayar Auca y las cuatro mujeres y sus acompañantes, fueron al Cusco a ver a Alcaviza. Antes de entrar a él, en un poblado cercano, Mama Guaco golpeó a un indio con “unos ayllus (boleadoras) y matóle y abrióle de pronto y sacóle los bofes y el corazón, y a la vista de los demás del pueblo hinchó los bofes soplándoles…”. Los indios temerosos, huyeron al valle del Guayas. De ahí pasaron al Cusco, en donde hablaron con Alcaviza, quien los aceptó.

Hicieron su casa, en donde “está ubicado el convento de Santo Domingo”, para “los dos y las cuatro mujeres”. Con semillas que “trajeron de Pacaritambo”, se dedicaron a sembrar maíz. A los dos años, murió Ayar Auca, quien no tuvo hijos.

Manku Qhapaq y Mama Ocllo, tuvieron un solo hijo Sinchiruka. Cuando este príncipe tenía 15 o 16 años, murió Manku Qhapaq. Cinco años más tarde, murió Alcaviza. Cuando Sinchiruka tenía 20 años, se casó con Mama Coca, “hija de un cacique Señor de un pueblo questá una legua del Cusco, que llama Zañu, en la cual señora hubo Sinchi Roca un hijo llamado Lloque Yupanqui”.
Referencias visuales:

MITOLOGÍA ANDINA PERUANA. MITOLOGÍA INCA

1. Introducción
La mitología inca estaba formada por una serie de leyendas y mitos de esta etnia, que sustentó la religión panteísta del Imperio Inca, centralizada en el Cusco, en el Perú, la mitología inca
A sus dioses, el pueblo inca les rendían cultos y sacrificios, al igual que en otras mitologías. Algunos nombres de dioses se repetían o eran llamados de igual forma en distintas provincias del pueblo inca. Más tarde todos estos dioses se unificaron y formaron el que se denomina verdadero panteón inca de divinidades.

Lo aplicado por la cosmogonía inca en el ámbito de las creencias debe ser considerado como uno de los instrumentos más importantes utilizados en el proceso de la formación de su imperio a la par de las transformaciones económicas, sociales y de la administración.
2. Cosmovisión
Los incas así como los antiguos peruanos desde la época de Caral, de los cuales los incas son tributarios creían que el espacio horizontal estaba dividido en dos partes, y cada una de ellas subdividida en otras dos, el mundo aparecía compuesto por tres planos:
  • Hanan Pacha : El mundo de arriba. Ñaupa Pacha mundo antiguo o de los antepasados.
  • Kay Pacha : El mundo de aquí. Sanka Pacha mundo del castigo o los condenados.
  • Uku Pacha o Urin Pacha : El mundo de abajo. Uku pacha mundo del subsuelo. Pacha significa a la vez tiempo y espacio, es decir plano de existencia.
3. Panteón mitológico
La andina prehispánica era animista, perfilaba a los astros y a los grandes hechos y fenómenos geográficos como deidades en sí mismas. El único dios en sentido pleno de la palabra, fue Viracocha, el dios creador. Otras deidades importantes eran el sol (inti), la luna (Mama Killa) protectora de las mujeres, la tierra (Pacha Mama) de la fertilidad agrícola, y el rayo (Illapa) trinidad del rayo, trueno y relámpago. dios de la batalla.
  • Viracocha
    Era considerado como el esplendor originario o El Señor, Maestro del Mundo. En realidad fue la primera divinidad de los antiguos peruanos, tanto los habitantes de Caral, Chavin, Wari y especialmente los Tiahuanacos, que provenían del Lago Titicaca. Surgió de las aguas, creó el cielo y la tierra. El culto al dios creador supuso un concepto de lo abstracto y de lo intelectual, y estaba destinado solo a la nobleza. Viracocha al igual que otros dioses, fue un dios nómada y tenía un compañero alado, el Pájaro Inti, una especie de pájaro mago, sabedor de la actualidad y del futuro. Este pájaro mago, no es otro que el Corikente de las tradiciones orales, el picaflor de oro, mensajero de los dioses, cuyas plumas servían para la mascaypacha o corona del emperador inca. Viracocha es representado con dos varas, que al parecer eran realmente estolicas (propulsalanzas) o warakas (hondas gigantes andinas)
  • Inti
    Era el dios sol y siervo de Viracocha, el cual ejercía la soberanía de la actualidad en el plano divino (HananPacha). Igualmente era hijo del dios sol del mundo antiguo (Ñaupapacha) y reinaba sobre el ser humano en el mundo actual (Kaypacha). Inti era la divinidad popular más importante del Imperio incaico siendo adorado en varios santuarios. Se le entregaban ofrendas de oro, plata y ganado, así como las llamadas Vírgenes del Sol. También se le hacían ofrendas humanas en el mes de los Capac hucha, la cual mucha veces consistía en reos de muerte, como dios más importante.

Dibujo de: Françoise Néaumet Boisgard

  • Mama Quilla
    Era la madre luna y esposa de Inti. Madre del firmamento, de ella se tenía una estatua en el Templo del Sol, en el que una Orden de Sacerdotisas le rendía culto. Los antiguos moche a diferencia de los incas, consideraban a la Luna la deidad principal.


  • Pacha Mama
    Llamada también Madre Tierra ya que era la encargada de propiciar la fertilidad en los campos. Se le tributaban ofrendas o pagos.


  • Pachacamac
    Dios creador en la costa. Otro de los nombres de Viracocha. Dios de los temblores. Era una reedición de Viracocha, el cual era venerado en la Costa Central del imperio incaico. Era conocido como el dios de los temblores, y su culto hizo un sincretismo con el actual Señor de los Milagros, el cual tiene rasgos de este antiguo dios pagano.


Vista panorámica del templo de Pachacamac


  • Mama Sara: Diosa del alimento. Conopa del maíz, el alimento más importante.
    Era la Madre Maíz o del alimento, la más importante de las conopas (representaciones religiosas) de los alimentos junto con la coca y papa. también tuvo sexo con el dios luna y tuvo su hijo sol quien hizo el amor con su madre


  • Mama Cocha
    Madre del Mar, a quien se le rendía culto para calmar las aguas bravas y para la buena pesca. Era la madre que representaba todo lo que era femenino.
4. Dioses menores
Aparte del gran Viracocha y su corte terrenal de Amauta, o sabios y primeros sacerdotes y administradores, el segundo cordón de clérigos, la nobleza militar y los Ayllus o gremios, regidos hasta en su más mínimo movimiento por la ley del Inca, el pueblo llano tenía su panteón con otros dioses menores, a los que -tal vez- le resultaba más sencillo y cercano dirigirse en busca de favores y soluciones.

  • Illapa, dios del trueno y la batalla.
  • La estrella rizada o de la mañana acompañaba al Sol.
  • Como la imagen de la estrella de oro, la de la tarde, Venus o Chasca, hacía su guardia junto a la Luna, y Chuychú
  • El bello arco iris estaba por debajo de ambos grandes dioses. El arco iris fue luego elevado a dios de los nobles debido a que representaba la belleza que estaba reservada para los nobles.
  • Las constelaciones de la copa de la coca (Kukaa Manka) era una constelación que cuidaba de las hierbas mágicas, como la constelación de la copa de maíz (Sara Manca) lo hacía con los alimentos vegetales, y la del jaguar (Chinchay) se encargaba de los felinos.
  • El Wasikamayuq era el dios tutelar del hogar.
  • El Qhaxra-kamayuq se esforzaba por evitar que los ladrones entraran a las casas a robar.
  • Los Auquis asumían la vigilancia de cada poblado.
  • Había también un dios de las tormentas y otro dios del granizo; tras Pacha Mama, la diosa de la Tierra, estaban Apu katikil y Pikiru, como dioses tutelares de los gemelos.
  • La serpiente Hurkaway era la divinidad de lo que estaba bajo tierra.
  • El ávido Supay reinaba en el mundo de los muertos y no cesaba de reclamar más y más víctimas para su causa, lo que hizo que los españoles le dieran el nombre de diablo, aunque tenía cualidades benignas y malignas.
  • También estaba el dios Wakon o Kon, un hermano de Pachacamac expulsado por éste y que se llevó con él, al ser forzado a irse, la lluvia y dejó a la franja costera del Perú seca para siempre, un dios maligno y devorador de niños, de risa cruel y habilidad para rodar por las montañas; otros hermanos, Temenduare y Arikuté, dieron origen al diluvio con sus querellas conjurando a un temible monstruo de cientos de patas de agua.

En total y según algunas tradiciones orales El primer sol del mundo antiguo (Ñaupa pacha) el cual era Viracocha, fue el creador con su corte tuvo 4 hijos:
  • Kon o Wakon dios de las sequías
  • Mallko (Temenduare?) dios de la ley
  • Vichama (Arikute?) dios de la guerra y la venganza
  • y Pachacamac
Ellos fueron quienes regentaron sucesivamente el mundo actual destruyéndolo sucesivamente. Estos guardan relación con los 4 hermanos del mito de los hermanos Ayar, uno de los mitos de la creación del imperio inca. Pachakamac a su vez tuvo de hijos al sol y la luna del mundo actual Kay Pacha. Pachakamac se autoexilio al mar desde donde domina los terremotos, dejando el mundo en mando del Inti o sol del mundo actual.

Existen otros wakas o dioses, como:
  • Catequil, poderoso dios oráculo.
  • Huallallo Carhuincho dios de fuego con rasgos malignos.
  • Wari, dios gigante de la guerra referido a la cultura del mismo nombre.
  • Amaru, la serpiente mitológica divina.
Entre muchos otros nombrados en sin número de tradiciones orales recopiladas recientemente por antropólogos, literatos y diversos estudiosos.

Representación del dios Huallallo Carhuincho (Junín)

Vista panorámica del nevado Pariacaca, donde se dice habitó el dios del mismo nombre (Huarochirí)



El dios Cuniraya y la huaca Cavillaca (Dioses y hombres de Huarochirí) http://grenier2clio.free.fr/inca/coniraya.htm

Cori Ocllo


Según la tradición INCA, Cori Ocllo es una de las cuatro hermanas supremas que fue enviada a la búsqueda de un sitio de la futura capital del imperio y optó po el Cuzco, que así la llamó su segundo hermano, Cosco Huanca.

Véase también

MITOLOGÍA ANDINA PERUANA. MITOLOGÍA NAZCA

Mitología nazca
De: Wikipedia

En el valle de Palpa, en el Perú, se encuentra una gigantesca y casi invisible construcción, realizada con piedras de pequeño tamaño, marcando sobre su suelo una serie de figuras que parece imposible hayan sido realizadas sin que se pudiera observar y dirigir su construcción desde algún lugar elevado.

Pertenece este dibujo monumental a la cultura de Nazca, que ya los españoles conocieran en parte, a pesar de haber sido uno de los muchos pueblos absorbidos por la expansión del Imperio Inca.

La moderna leyenda ha querido ver en Palpa toda clase de artificios mágicos y hasta extraterrestres, pero este valle tenía otra utilidad mucho más precisa e interesante: la observación astronómica. De una plaza central parten 23 rectas, en su mayor parte de unos 182 metros de longitud, otras de la mitad o cuarta parte de esa longitud y otras de 26 metros de longitud, lo que demuestra que se trata de una construcción basada en un orden geométrico preciso.

Las líneas marcan puntos que guardan relación con el solsticio y el equinoccio, y debieron servir de instrumento de medida para establecer el calendario solar.
Mitos
En cuanto a los verdaderos mitos de Nazca, no se sabe tampoco demasiado, aparte de la existencia del felino moteado, tal vez personificación de Pachacamac, cuando aparece rodeado de serpientes, del puma o gato del agua o de los lagos y del gato-demonio; también aparece la figura del demonio del zigzag, con una serpiente sobre su lomo, la del hombre-ciempiés, la araña de ocho patas y las más locales (Nazca era un pueblo pescador) de la ballena, la terrible divinidad llamada Boto, una especie muy particular de dios de todos los terrores; pero no hay que olvidarse tampoco del dios del Mar, con cuerpo de pez, cara cubierta de ángulos y un cetro o una cabeza cortada en su mano, y la del Poderoso Señor del Mar, que suele representarse en escenarios de peces y pescadores, más como la figura de un ser legendario de su historia que como la de un dios de la mitología nazca.
Véase también

MITOLOGÍA ANDINA PERUANA. MITOLOGÍA MOCHICA

Mitología mochica
La mitología mochica se desarrolló con la cultura mochica o moche, en el antiguo Perú.
1. Concepción de la vida
Para los mochica, amantes de la vida, la muerte no constituía el final. Los hombres seguían viviendo en otra esfera del mundo con sus mismas obligaciones o privilegios, razón que llevó a sepultarlos con provisiones y bienes. Los entierros reflejaban así la función y lugar de cada hombre dentro de su sociedad.
2. Mitología mochica
Poco nos queda de los mitos en los que basaran su religión los miembros de la cultura mochica o Moche, que se desarrolló en la zona norteña de la costa del Perú mucho antes que el Imperio Inca.

Pero sí quedan aún en pie sus monumentales pirámides de adobe de Vicus, aunque el tiempo ha ido erosionando implacablemente su endeble estructura, tanto como ha ido haciendo que se perdiera su riqueza colectiva y su legado cultural.

Se trató de un pueblo costero que, como sucesor de muchas y muy diversas culturas, fue agrupando los diversos retazos mitológicos, hasta formarse un grupo de divinidades heterogéneas y crear un conjunto panteístico peculiar al cuidado de la clase sacerdotal teniendo al jaguar a la cabeza de las diversas divinidades locales, casi todas totémicas, como el demonio-cangrejo, o el demonio-serpiente, sus animales locales, presididos por el martín pescador y las curiosas cerámicas sexuales en las que se supone que se quiere dar una lección de moral, uniendo la figura del placer a la de la muerte.

Sus dos grandes templos, las Huacas del Sol y de la Luna, son obras de grandes dimensiones.
Huaca del Sol
La Huaca del Sol, con cinco grandes terrazas, la mayor de ochenta metros de longitud, sobre unas bases de 228 de largo por 136 de ancho y la plataforma de 18 metros de altura, está coronada por una pirámide de 23 metros de altura, que tiene una base cuadrangular de 103 metros de lado.
Huaca de la Luna
La Huaca de la Luna tiene una base de 87 metros por cada lado y una altura de 21, y en su plataforma superior se levantaban una serie de salas decoradas con figuras humanas.
Material de construcción
Las dos huacas están construidas de adobes, sobre una llanura arcillosa, calculándose que sólo para la construcción de la Huaca del Sol se emplearon ciento treinta millones de piezas, siendo, pues, las dos huacas mayores como montañas hechas por el hombre para la gloria de sus divinidades y para acercarse más aún a los secretos del firmamento.
Ver

MITOLOGÍA ANDINA PERUANA. MITOLOGÍA CHIMÚ

Mitología chimú

Cuando el inca Pachacútec o Pachakutiq Incayupanqui, noveno en la lista de los Emperadores incas, conquistó el territorio de la confederación de Chimú, a mediados del siglo XV, poco antes de la llegada de los españoles a América y al Perú, terminó por asimilar las creencias de la mitología chimú, al igual que asimiló sus dominios. La cultura chimú tuvo su centro en Chan Chan.


Visión religiosa
Para los chimú, el cielo no era más que una extensión de la tierra. La vida que esperaba tras la muerte era tan sólo la prolongación de su estadía terrenal.

Su práctica religiosa, que comenzó siendo tan pacífica como tranquila, se fue moviendo en el mismo sentido de sacrificio que las del entorno, para terminar siendo sanguinaria y cruenta, engarzada en una complicada trama aristocratizante de castas sacerdotales, militares, comerciantes y campesinos, al estilo de la inca, que se movía en un fetichismo mágico, en un mito ceremonial oscuro y truculento, dirigido por la casta sacerdotal para su beneficio político.

KON, el felino volador
Kon es el antiguo dios costeño adorado como creador del mundo por importantes reinos como Paracas y Nazca que lo representaban en finos tejidos y bellos huacos policromados.
Era un dios eminentemente volador, no tenía huesos, era rápido y ligero y podía acortar distancias a su antojo. En sus imágenes más conocidas se le puede ver volando, con máscaras felínicas, pies replegados y portando un báculo, alimentos y cabezas trofeo.

Cuenta un mito que Kon, en los tiempos más remotos, pobló la tierra de seres humanos y los colmó de abundante agua y frutos; pero sus criaturas olvidaron pronto las ofrendas que le debían al padre creador. Kon los castigó quitándoles las lluvias y transformando las fértiles tierras en los inmensos desiertos costeños. Kon sólo dejó algunos ríos para que con mucho esfuerzo y trabajo los humanos puedan subsistir.

El dios Kon fue el creador de esa primera generación de hombres que poblaron la tierra pero un día fue vencido por el dios Pachacamac quien los convitió en monos, zorros, lagartos para luego crear una nueva generación de seres humanos.
Tomado de: Mitología Andina
  • Quillapa Huillac
    Era la diosa Luna a la que muchos consideraban más poderosa que el Sol, ya que podía reinar en la noche y en el día, era capaz hasta de cubrir al Sol y hacerlo desaparecer del cielo en los eclipses.

  • Dioses celestiales
    Alrededor de estos dioses mayores estaban los dioses celestiales, como los del relámpago y el trueno, la estrella de la mañana (Achachi Ururi) y la estrella de la tarde (Apadri Ururi), el demonio que vive en la estrella central de la constelación de Orión, precisamente la que marca el cinturón del cazador, y que está acompañada por otras dos estrellas (Patas), que son las enviadas por la diosa Luna para vigilarlo de cerca en su desierto y evitar, con su perpetuo presidio celestial, que siga haciendo el mal.

  • Divinidades zoomórficas
    También los chimú tenían en su panteón a divinidades zoomórficas, como los habituales felinos moteados que aparecen en la mayor parte de las culturas absorbidas por el Imperio Inca.
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*Fuente: Wikipedia